La conexión a Internet puede que sea cada vez más inalámbrica, pero aún depende de unos 510 cables submarinos existentes en el mundo. Cuatro llegan al país.
Imagine una extensa manguera de jardín, pero reforzada con cientos de capas de plástico, cableado de acero, cobre y nailon. Así son los cables submarinos, que se hunden en los fondos de los océanos para permitir que Internet llegue a los hogares o las empresas.
Técnicamente, un cable submarino, también llamado interoceánico, “es un cable de cobre o de fibra óptica instalado sobre el lecho marino y destinado fundamentalmente a servicios de telecomunicación”, explica un informe de la Agencia de Regulación y Control de Telecomunicaciones de Ecuador (Arcotel).
Es decir, se encargan de transportar o transmitir la información desde un centro de procesamiento de datos de un país a otro.
Los tendidos submarinos entre Reino Unido y Estados Unidos superan a los del resto del mundo y fueron los primeros en colocarse.
Pero, en Japón, se encuentra el más profundo, a 8.000 metros bajo el mar, una medida similar a la altura del monte Everest.
Y, desde Florida, varios cables llegan hasta Centroamérica y Sudamérica, incluyendo Ecuador.
Además, pocos conocen que el mundo ha tenido “cables submarinos durante más de 150 años”, señala el fundador de una estación de aterrizaje de la tecnología en Estados Unidos, Gil Santaliz, en el portal Data Center Dynamics.
¿Cómo funcionan?
Para entender cómo funcionan los cables submarinos, es preciso conocer qué es la fibra óptica.
Esta última permite la transmisión de datos a través de haces de luz (rayos de luz), y se conforma de filamentos de vidrio tan finos, como la hebra de un cabello.
Entonces, el cableado submarino agrupa a una o varias de estas fibras ópticas, pertenecientes a empresas proveedoras de Internet.
Al igual que en el hogar, un usuario tiene routers o repetidores, estos cables también aumentan su señal con equipos especializados.
Mientras más se acercan a la orilla o punto de aterrizaje de un centro de datos, los cables son más gruesos y con mayor recubrimiento, es decir, son más fuertes.
Esto ocurre porque en áreas cercanas a poblaciones hay peligros, como la pesca y el anclaje de barcos.
Conexión en Ecuador
En marzo de 2022, se anunció que las islas Galápagos tendrían un nuevo enlace submarino, con un ancho de banda de 20 terabyte por segundo.
En pocas palabras, la conectividad del archipiélago se multiplicaría por 10.
La nueva infraestructura sería el quinto cable submarino que llega a Ecuador. Los otros cuatro son:
Los cables de Telconet
Según Arcotel, la primera vez que Ecuador se conectó a un cable submarino fue en 1999. Fue posible gracias a una iniciativa de empresas de telecomunicaciones y mediante el cable denominado Pan American (PAN-AM).
Este cable se inicia en Saint Thomas, en las Islas Vírgenes (Estados Unidos), y avanza hasta Arica, en Chile.
El Gobierno, a través de Arcotel, otorga títulos habilitantes a empresas privadas, mixtas o estatales, para que instalen un cable que enlace a Ecuador con Internet.
Según una reforma de 2019 a una resolución de Arcotel, esta concesión tiene un máximo de tiempo de 20 años.
Hasta 2019, el Estado había otorgado tres títulos habilitantes a empresas, para la instalación de capacidad de un cable submarino: Telefónica Internacional Wholesale Services, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT EP) y Cable Andino S.A o Corporandino.
Esta última instaló un cable submarino que se conecta al anillo de otro cable más ‘potente’, el Pacific Caribbean Cable System (PCCS).
Pero Corporandino no es otra compañía que Telconet, que en 2014 logró los permisos para desplegar el cable desde Manta (Manabí), y con una extensión de 7.000 kilómetros.
Fundada hace 27 años por Tomislav Topic, el proyecto de Telconet estuvo envuelto en una polémica durante el escándalo de coimas de la constructora brasileña Odebrecht.
Según la teoría de la Fiscalía, alrededor de USD 13,5 millones habrían sido depositados por Odebrecht, a través de la empresa Glory para el desarrollo del cable submarino.
Y el dinero habría llegado a la cuenta del actual candidato a la presidencia, Jan Topic, hijo del fundador de Telconet.
El candidato presidencial Topic niega cualquier irregularidad y asegura que la asistencia penal de China y Estados Unidos confirmaron que ese dinero era lícito.
Por otra parte, Telconet también tuvo participación del primer cable submarino que conectó a Ecuador: Panamerican o PAN AM.
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