Una piel electrónica elástica podría dotar por primera vez a robots y a otros dispositivos electromecánicos de la misma suavidad y sensibilidad táctil que la piel humana posee, lo que abriría nuevas posibilidades para realizar, sin ayuda humana alguna, tareas que requieren mucha precisión y control de la fuerza aplicada.
Este avance es obra de un equipo que incluye, entre otros, a Nanshu Lu, de la Universidad de Texas en Austin, y a Kyoung-Ho Ha, del Instituto Querrey Simpson de Bioelectrónica, dependiente de la Universidad del Noroeste, en Evanston, Illinois, Estados Unidos.
La nueva piel electrónica elástica resuelve un importante problema de esta tecnología emergente.
Las tecnologías de piel electrónica existentes pierden precisión de detección a medida que el material se estira, pero eso no ocurre con esta nueva clase de piel electrónica.
Al igual que la piel humana tiene que estirarse y doblarse para adaptarse a nuestros movimientos, la piel electrónica también lo hace.
Además, por mucho que se estire, la respuesta a la presión no cambia, y eso es un logro importante.
En las demostraciones, la elasticidad permitió a los investigadores crear apéndices hinchables que podían cambiar de forma para realizar diversas tareas que requerían una gran sensibilidad táctil.
En modo hinchado, el apéndice se utilizó en sujetos humanos para captar con precisión su pulso.
En modo desinchado, las pinzas pueden hacer cosas como sujetar un vaso sin que se caiga.
La nueva piel electrónica podría ser un componente crítico para una mano robótica capaz del mismo nivel de suavidad y sensibilidad al tacto que una mano humana.Esto sería de gran utilidad en el campo de la atención médica, donde los robots podrían tomar el pulso a un paciente, limpiarle el cuerpo o masajearle una parte del cuerpo.
¿Por qué es necesario un robot enfermero o fisioterapeuta?
En bastantes naciones, la población anciana crece mucho mientras que la tasa de nacimientos mengua, todo lo cual hace que se resienta la infraestructura de atención sanitaria.Aparte de para impartir cuidados a personas de edad avanzada, los robots con apéndices tan suaves y sensibles al tacto como las manos humanos podrían utilizarse en catástrofes.
Podrían atender a personas heridas e incluso buscarlas bajo los escombros y sacarlas con cuidado, administrándoles los primeros auxilios, incluyendo por ejemplo reanimación cardiopulmonar.