20 de noviembre de 2023

Noticia: Microsoft quiere un control total de sus centros de datos y los chips Azure Maia AI y Azure Cobalt son la pieza que le faltaba

Estos dos chips permiten a los de Redmond completar el puzle de su infraestructura Azure Maia AI es un chip para inteligencia artificial y Azure Cobalt es una CPU ARM de propósito general Microsoft no parece estar dispuesta a seguir dependiendo de terceros para poner a punto sus centros de datos. Aunque su negocio se sostiene sobre el software y los servicios, esta compañía diseña y fabrica hardware desde hace muchas décadas. De hecho, una de las apuestas más interesantes que ha hecho durante los últimos años en este ámbito tiene como protagonistas a los ordenadores cuánticos y persigue revolucionar el concepto de cúbit con el propósito esencial de maximizar su escalado. Sea como sea los auténticos protagonistas de este artículo son los dos chips personalizados que los de Redmond acaban de dar a conocer durante el evento Microsoft Ignite. Uno de ellos, el conocido como Azure Maia AI, está optimizado para ejecutar procesos de inteligencia artificial generativa e inteligencia artificial general. Y el otro, al que han bautizado como Azure Cobalt, es una CPU de propósito general con arquitectura ARM diseñada para reforzar la infraestructura Microsoft Cloud. Esta es la apuesta de Microsoft para controlarlo todo en sus centros de datos «Microsoft está construyendo la infraestructura necesaria para soportar la innovación en el ámbito de la inteligencia artificial, y estamos reimaginando cada aspecto de nuestros centros de datos para satisfacer las necesidades de nuestros clientes». Lo realmente interesante de esta declaración de Scott Guthrie, que es el vicepresidente de la división responsable de la inteligencia artificial y los servicios en la nube, reside justo al final de esta cita. Y es que es evidente que los de Redmond quieren dejar de depender de otras compañías durante la puesta a punto de sus centros de datos. De hecho, el lema «desde el silicio a los servicios» que han acuñado lo refleja con absoluta claridad. La llegada de los chips Azure Maia AI y Azure Cobalt permite a esta compañía colocar la única pieza que les faltaba para completar el complejísimo puzle que es en realidad su infraestructura. Ya lo tienen todo bajo su control: los circuitos integrados, los servidores, los sistemas de refrigeración, y, por supuesto, el software. Estos dos nuevos chips llegarán a los centros de datos de Microsoft a principios de 2024, e inicialmente serán instalados en los servidores que sostienen los servicios Microsoft Copilot y Azure OpenAI. Según Microsoft han sido diseñados para ofrecer una gran flexibilidad y una relación rendimiento por vatio muy competitiva. Tiene sentido si tenemos presente la gran cantidad de estos chips que suelen requerir los grandes centros de datos y sus presumiblemente titánicas exigencias energéticas. De hecho, la elección de la arquitectura ARM para el chip Azure Cobalt para aplicaciones de propósito general responde con toda seguridad a la necesidad de optimizar la eficiencia energética de esta CPU. No obstante, la llegada de estos dos chips no implica que en los centros de datos de Microsoft no haya hardware de terceros. Actualmente tiene servidores equipados con las GPU H100 de NVIDIA y en el futuro introducirá en algunas de sus máquinas los chips para inteligencia artificial H200 de NVIDIA e Instinct MI300X de AMD. https://www.xataka.com/componentes/microsoft-quiere-control-total-sus-centros-datos-chips-azure-maia-ai-azure-cobalt-pieza-que-le-faltaba

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Noticia: Cómo el derecho a reparar dispositivos electrónicos puede cambiar la tecnología

Surera Ward lleva cuatro años al mando de un servicio de reparación tecnológica en Filadelfia, Pennsylvania, llamado Girls Fix It. En ese lapso, ella y su equipo han logrado entender mejor los dispositivos electrónicos que llegan a sus talleres. Pero no ha sucedido lo mismo con su arreglo. “Se está volviendo más y más difícil reparar los diferentes dispositivos”, comenta. No se trata solo del acceso a importantes piezas de los equipos lo que Ward encuentra difícil, ya que muchas veces tiene que importar herramientas especializadas de China para que ella y su personal puedan trabajar. Una vez ellos hayan terminado la reparación del teléfono de un cliente, por ejemplo, muchas veces el dispositivo lanza mensajes de error que han sido codificados dentro del aparato por los fabricantes para disuadir al usuario de acudir a un experto no autorizado. Las reparaciones se han vuelto más difíciles gracias a la creciente práctica de “maridaje de partes”, que vincula piezas individuales con los dispositivos con los que se envían, usando números de serie específicos. Pero, ¿cómo podría cambiar la naturaleza de la industria de tecnología a medida que en Estados Unidos y Europa se promueven nuevas leyes para darle a los consumidores más poder para reparar sus dispositivos? La esperanza es que pueda ayudar a reducir el impacto ambiental de la tecnología haciendo que los dispositivos duren más. ¿Podría también mejorar los productos que compramos?, o ¿tal vez sería simplemente una manera para que los fabricantes suban sus precios al consumidor con la venta de “kits de reparación” y repuestos caros? La empresa de Ward y otras similares suelen cobrar hasta 50% menos para el arreglo de un dispositivo que un agente autorizado, como el Genius Bar de Apple. Pero muchos clientes no acuden a ella porque temen que les salga un mensaje de error o que alguna funcionalidad de su aparato quede inhabilitada después de un “arreglo no oficial”. El alto costo de los servicios de reparación oficiales de los fabricantes, combinado con la dificultad de tener acceso a estos, frecuentemente hace que los consumidores se den por vencidos y simplemente reemplacen su dispositivo con uno nuevo. Y todo eso se traduce en que con más frecuencia los botemos a la basura. “Estamos viviendo en una época donde nuestro modelo de crecimiento básicamente gira en torno a deshacernos de las cosas”, dice René Repasi, un miembro alemán del Parlamento Europeo que lidera los esfuerzos para aprobar una ley que establezca el derecho a reparación para los consumidores europeos. “Básicamente, cada dos años compramos un nuevo producto y la capacidad de producción de nuestra industria está basada en este tipo de modelo”. Muchos de los productos electrónicos en nuestros hogares, desde televisores hasta aspiradoras, se usan en promedio 2,3 años menos que la vida útil para la que están diseñados, según un informe de la Agencia Ambiental Europea. Eso resalta el problema del aumento de la obsolescencia, donde los productos pasan de moda a los ojos de los consumidores -que son instados a comprar modelos más nuevos- o los equipos se vuelven incompatibles con las actualizaciones de software. Algunos fabricantes también dejan de publicar actualizaciones de seguridad para el software de aparatos más viejos y algunas de las principales empresas han sido multadas por ralentizar los dispositivos adrede con software de actualización. El impacto que esto tiene sobre el medio ambiente es profundo, tanto en términos del desperdicio electrónico que produce (se estima que se desecharon 53 millones de toneladas en 2020) y de la extracción de metales de tierra rara necesarios para fabricar los nuevos dispositivos. Modelo de «cuchilla y filo» El rápido ritmo al que cambia el software para los dispositivos de consumo ayudó a fortalecer la capacidad de las compañías para restringir la reparación de los productos. Y esa capacidad ha aumentado con el tiempo, aunque también ha generado una reacción opuesta de los consumidores que están hartos del eterno círculo vicioso de comprarle a las compañías nuevos productos, dice Aaron Perzanowski, profesor de la Universidad de Michigan y experto en el derecho para reparar. “Hay un par de explicaciones de por qué pienso que hemos visto un cambio de ímpetu en años recientes”, señala. Una es la manera agresiva en que las empresas están desarrollando la obsolescencia, exigiendo que los usuarios vayan a lugares autorizados para cualquier arreglo de sus dispositivos o haciendo imposiblemente caros los repuestos. Es parte de una medida más amplia dirigida a disuadir la reparación de un dispositivo a cambio de reemplazarlo por uno nuevo. “Las compañías se volvieron demasiado agresivas, demasiado voraces y abarcaron demasiado en algunos aspectos importantes”, dice Perzanowski, señalando como muestra las impresoras con cartuchos de tinta instalados que no imprimen si el usuario descontinúa su suscripción al servicio. Ese modelo de cobrar, llamado de “cuchilla y filo”, donde el usuario está sujeto a suscribirse a un servicio para un dispositivo que le pertenece, se ha vuelto prevalente en toda la industria de la tecnología. Está como ejemplo el servicio de subscripción de almacenamiento en la nube que libera espacio en la memoria de los dispositivos. Si la cuenta se cierra, el consumidor podría perder sus datos almacenados o, si cambia a un dispositivo rival, ya no tendría acceso a ellos. Consagrando los derechos en la ley Estas situaciones han llevado a ciertos reguladores a intervenir para frenar los excesos de la cultura del consumo y a abogar por el derecho a reparar. La Unión Europea ha tomado un importante liderazgo en la promoción del derecho a reparar y otra legislación similar que permite a los consumidores librarse de quedar atrapados en un ecosistema costoso de los fabricantes de dispositivos. Ya se está viendo el impacto de esas exigencias legislativas para el beneficio de los usuarios. El más reciente móvil de Apple, el iPhone 15, incluye un puerto de carga genérico USB-C, en lugar de su patentado y exclusivo puerto lightning. El cambio se hizo en respuesta a las reglas de la UE que exigían conexiones genéricas para dispositivos

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Noticia: Cyber Monday 2023. Consejos para sus compras online

Las ofertas del Black Friday siguen llegando, pero sin duda el Cyber Monday representa una fecha única para comprar equipos electrónicos exclusivamente online. Tradicionalmente, la llamada ‘Cyber Week’ se inaugura con el ‘Cyber Monday’, el último lunes de noviembre, y que llega justo después del día de Acción de Gracias y del Black Friday en Estados Unidos. Y es que la temporada de ofertas original del ‘Viernes Negro’ se remonta a compras en retailers o tiendas físicas, donde miles de personas hacen fila desde la madrugada para conseguir los mejores descuentos. Pero, quienes no desean madrugar y prefieren la comodidad de su sofá, se sientan frente al computador, para descubrir las ofertas o ‘deals’ en Amazon y otras tiendas de comercio electrónico. ¿Qué fecha de descuentos es más popular? Los estrategas de marketing no han llegado a un consenso sobre esto, y lo que sí está claro es que el Cyber Monday reporta más ganancias. Según datos del portal Finance Online, el Cyber Monday tendrá ganancias por USD 12 billones en Estados Unidos, un 6,1% más que en 2022. Mientras que del segmento online del Black Friday se esperan ganancias por USD 9,6 millones este año. Una diferencia fundamental del Cyber Monday es que representa la fecha por excelencia para comprar online y especialmente equipos tecnológicos. Una diferencia fundamental del Cyber Monday es que representa la fecha por excelencia para comprar online y especialmente equipos tecnológicos. Tips de compra La estratega empresarial Cristina Martínez explica que hay tres reglas de oro para no caer en estafas al momento de comprar en línea, durante el Cyber Monday: Asegúrese de realizar tus compras en sitios web conocidos y con buena reputación. Verifique la seguridad del sitio web: antes de ingresar sus datos personales o de pago, revise si el sitio web utiliza conexiones seguras (comienza con «https://» en lugar de «http://») y si muestra un candado en la barra de direcciones. Opiniones y reseñas: procure investigar y leer opiniones de otros compradores sobre el sitio web y los productos que deseas adquirir. Según Martínez, una manera de detectar un engaño en las compras online es cuando el producto es demasiado barato o presenta una oferta muy extraordinaria para ser real. Cuando esto ocurre, indica la estratega ecuatoriana, es probable que sea una estafa. «Compare los precios con sitios web similares y desconfíe de las ofertas demasiado llamativas», señala Martínez. Otra amenaza durante esta temporada de compras son los intentos de ataques de phishing, a través de atractivos correos electrónicos de portales como Amazon, que prometen ofertas inmejorables. Nuevamente, la experta aconseja desconfiar de estos mensajes, puesto que es mejor ingresar directamente al sitio web de la tienda oficial de la marca, y no dar clic en enlaces sospechosos. https://www.primicias.ec/noticias/tecnologia/cyber-monday-compras-gadgets-descuentos/

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